Tras un máster en ciencias políticas, Alexandre Poussin se propone recorrer los caminos del mundo. En 1994 da la vuelta al mundo en bicicleta con su mejor amigo Sylvain Tesson, atravesando 35 países a lo largo de 25 000 km. En 1997, se lanza, siempre en compañía de Sylvain, a cruzar el Himalaya a pie, antes de preparar la gran aventura de Africa Trek, que termina siendo una aventura de vida y de pareja, con Sonia, cuya vocación se había reafirmado gracias a los últimos trayectos de cada travesía, compartidos en los Andes y en el Himalaya, con los dos camaradas. Sin embargo, esta última aventura, que se desarrolla durante tres años y tres meses ininterrumpidos, le permite descubrir ciertos principios fundamentales: “viajar poco, viajar mejor”, “la Aventura son los otros”, “viajar para entender y amar el mundo”... Además de esta vida de aventurero Alexandre es también autor-realizador y ha sido presentador del magazine “Montagne” (Montaña) en France 3 y de la emisión “l’ABCDaire du voyage” (El ABCDario del viaje) en la cadena Voyage. La serie Africa Trek ha sido emitida y reemitida en múltiples cadenas de televisión (Voyage, FR3, TFO, TV5, Paris Première…) y las ventas de los dos volúmenes de Africa Trek han superado los 105 000 ejemplares.

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Tras unos estudios muy clásicos de AES (Administración Económica y Social), los primeros contactos de Sonia Poussin con la aventura tuvieron lugar gracias a las misiones humanitarias: participación en un programa de educación en Uzbekistán y Tadjikistán, promovido por la UNESCO; jefe de equipo de un programa de enseñanza del francés en Hô Chi Minh capital, etc. Sin embargo, su experiencia más importante en este campo fue como fundadora-responsable logística, pedagógica y financiera de un orfanato próximo a Katmandú, al cuidado de 36 niñas parias o abandonadas, de las cuales muchas de ellas ahora trabajan, se han casado y le envían frecuentemente las fotos de sus retoños. Sonia también ha vagado por las carreteras de la India y la península de Indochina y es testigo directo del nacimiento de la profunda amistad surgida entre Alexandre y Sylvain. Además ha participado, en la medida de lo posible, en todas las aventuras de su marido: regreso de Ucrania en side-car soviético, escalada nocturna de los monumentos de París, incluida una visita a la aguja de Notre Dame, donde Alexandre le pidió matrimonio.

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